Problemillas...¿otra vez? (Liz y libre)

Aquel dia el sol se colaba por mi ventana cegandome con sus matutinos rayos, intente refugiarme de ellos escondiendome bajo las sabanas pero mi despertado parece que se compincho con el gracioso sol pues empezo a sonar estruendosamente, frunci el ceño extrañada ¿que narices hacia la alarma puesta? ese dia y mañana no tenia porque ir al instituto ¿lo habria puesto su madre para que se despertara temprano? a lo mejor; con refunfuños aleje las sabanas notando el frio de la mañana, cuando los dedos de mis pies desnudos se posaron sobre el suelo de un bonito marmol de color marfil me estremeci de pies a cabeza por el frio, tantee con mis pies en el suelo a ciegas buscando mis comodas zapatillas de un color violeta nada mas encontrarlas mis pies se refugiaron en su interior resguardandose del frio. Me levante estirandome como si quisiera tocar el techo de mi habitacion con aquel gesto acompañado de un largo bostezo, con los ojos entrecerrados aun intentando acostumbrarse a la luz camine por mi habitacion observando: Sobre mi escritorio concretamente sobre mi libro de biologia marina estaba Bigotes el cual no abrio los ojos pero sabia que estaba cerca pues movio sus orejitas hacia donde me encontraba, Maximus tumbado sobre la alfombra se levanto acercandose para saludarme con su natural alegria; abri la puerta de mi habitacion para caminar por la amplia casa pero intentando no cruzarme ni con mi padre ni con mi madre pues lo mas seguro es que quisieran hablar sobre lo ocurrido en el instituto. Ayer les comente que no tendria que ir esos dos dias al colegio y al preguntarme porque intente mentirles pero ironicamente mi padre supo que no decia la verdad, maldita sea el momento que fue concebido con el don de detector de mentiras como yo le solia decir, claramente me fui a mi habitacion encerrandome en ella para evitar discusiones.

Por mucho que costara creerlo pude esquivar a mi madre al menos durante una hora perdiendome entre pasillos, cuartos, jardin, etc... pero recorde que debia de dar de comer a unos amigillos y camine hacia la direccion de la habitacion donde estos se encontraban aunque no tarde ni un minuto en atravesar la puerta para que mis ojos contemplaran la familiar habitacion con tres terrarios y una amplia ventana, en los terrarios habia una piton albina a la cual llame Samy, en el segundo un camaleon llamado Pascal y el tercero un terrario o mejor dicho mezcla de terrario y acuario donde estaba Lissa una serpiente marina, en el borde de la ventana estaba posado Plucky un hermoso cuervo que rescate cuando era un misero polluelo y alimente pero no le comente su existencia al resto de mi familia pues tenian cierta aversion hacia las aves. Fui hasta el terrario de Samy estirando mi brazo por el cual la serpiente empezo a enrollarse con total naturalidad, desde pequeña se habia acostumbrado a estar alrededor de mi cuerpo pero con cuidado de no dañarme, recuerdo que una vez se paso con la presion y me rompio una mano; acaricie su fria y suaves escamas realmente bonitas, me sente en el suelo dejando que el reptil se moviera a mi alrededor o se enrollara a mi alrededor sin miedo alguno. Vi por el rabillo del ojo como el cuervo bajaba de la ventana al suelo y se acercaba con pequeños saltitos discretos seguramente en busca de algo de comer cosa que me hizo gracia aunque esperaba que mis padres no lo vieran, acaricie el plumaje oscuro del pajaro y las suaves escamas de Samy rezando a mi abuelo materno porque no me encontraran pues no queria hablar de lo ocurrido en el colegio.

Me despertó a loo lejos el despertador de Sally. Fruncí el ceño, aún medio dormida. ¿Por qué había puesto el despertador esta niña? Ayer mismo nos había dicho que tenía unas pequeñas “Vacaciones” en el instituto. Que por Prom y por Chris sabía que era una expulsión claramente. Suspiré, ¿Cómo podían ser tan diferentes los dos hermanos? Yo había sido tan diferente de mis hermanos, que yo recordara... Claro que solo eran por parte de padre...

Estube discutiendo con mi sueño un buen rato, pero nada, él siempre ganaba. Refunfuñé y me incorporé en la cama. Sonreí al ver a Prometeo, tendido en la cama, descansando. Le acaricié el rostro y le besé en la frente. Había envejecido estos ultimos años, pero para mi seguía siendo el mismo e igual de apuesto que el primer día. Me estiré levemente y salí de mi habitación, hacia la habitación de Sally. Con un poco de suerte la encontraba aún medio dormida y podía hablar con ella. Cuando estaba Nicholas por en medio nunca podía hacer el papel de madre, sino que de prima. Y ahora que no estaban, tenía que hablar con mi hija.

No estaba en su habitación. Suspiré. No prové de buscarla, ya que sabía que estaba dando vueltas para no encontrarse conmigo. Fui a la cocina y me preparé un desayuno rápido, mientras pensaba en lo que tendría que hacer ese día. Por la mañana lo tenía libre, luego por la tarde venían tres niños de 6, 5 y 8 años para que les enseñara a tocar el piano, y luego un adolescente emocionado por tocar la guitarra. Que yo recordara, nada más. Un día de los ligeros, bien... Supuse. Chris había estado estudiando todo el día anterior, agobiado con algún examen. Esperaba que le fera bien, sinceramente, creía que se lo merecía. Acabé de tomar el desayuno y salí de la cocina, hacia una dirección muy clara.

Piqué a la puerta de la habitación de los animales de Sally, y luego abrí la puerta, mirando al suelo.-Sally, cielo, creo que tenemos que hablar.- Alcé la vista para verla, y la vi. Vaya si la vi. La vi a ella tan bien como al cuervo que estaba a su lado. Di tres pasos hacía atrás inconscientemente y recordé el dolor y la tortura. Una oleada de recuerdos vino a mi mente, gemí y abrí los ojos, deshaciendome de aquella horrible sensación.-¡Sally que te dijimos! ¡Todos los animales que quieras menos pájaros! ¡TODOS menos pájaros!- Me estremecí de pies a la cabeza. Me tranquilicé y miré a Sally, no al cuervo, si no a Sally.-Sally por favor tenemos que hablar

Agite la cabeza algo nervioso y me desperté de golpe. Otra pesadilla. Cuando Pandora abrió su maldita caja y se suicido tras desatar todos los males. Fue horroroso presenciarlo otra vez aunque fuera en el mundo de los sueños. Me quite algo de sudor de la frente y mire a un lado. Todavía era noche cerrada, era demasiado pronto como para despertarse. Mire al otro lado y allí estaba Liz, mi Liz. La abrace fuertemente, mas para tranquilizarme algo, y me quede dormido de nuevo.

Me volví a despertar. Toque el lado de Liz palpando con la mano al no notar su calor. Estaba vació, aunque aun notaba su olor. Me fui desperezando poco a poco y me levante de la cama. Todavía era de mañana, iria a abrir la tienda mas tarde aunque no estaba con muchas ganas, pero de algo habría que vivir. Deambule sin rumbo claro por gran parte de la casa, buscando a alguien y finalmente encontré a Liz a las puertas de la habitación donde estaban los animales. Abrace a Liz por detrás algo distraído y le bese el cuello cariñoso -Todavía es algo pronto, volvamos...- Comente algo medio dormido. La note tensa, y al momento me di cuenta porque.

Observe al pájaro algo indiferente. Yo tenia mas que superado el pavor hacia ellos, pero Liz que había tenido una mala experiencia con ellos lo dudaba. Me separe de ella y me acerque a Sally -Hija, por favor, dame el cuervo- Tendí mis manos para que me lo diera. No estaba demasiado contento con lo del colegio desde ayer y estaba algo irritado por ello.

Aun sentada en el suelo me gustaba la sensacion de tener a la piton deslizandose a mi alrededor con total tranquilad, esta escena habria puesto a mas de uno con los pelos de punta, hubiera gritado que me alejara o matara a la serpiente pero Samy era mas buena que el pan y jamas dañaba a una mosca, - a no ser que se lo ordenara pero eso es otra historia- no entendia aquel prejuicio que tenian hacia estos sensibles reptiles, tan solo habia que intentar conocerlos un poco para saber su naturaleza; Plucky estaba cerca dando saltitos en el suelo observando los terrarios pero en un momento se acerco a mi lado, justo al mismo tiempo en el que oia unas pisadas.

- Mierda- fue lo unico que dije.

Quise que el cuervo se escondiera antes de presenciar un ataque de nervios de mi madre pero era tarde, la puerta se abrio y escuche la voz de mi madre que empezaba con un "tenemos que hablar" ¡ genial ! ¡Las palabras magicas que aseguran una pelea! pense con cierto recelo pues no tenia ganas de discutir; cuando sus ojos se alzaron pa verme se fijaron mas en la bolita negra que habia a mi lado la cual le devolvio la mirada, mi madre retrocedio tres pasos hacia atras y me mordi el labio pues ella me habia contado su pavor hacia los pajaros al igual que mi padre y mi hermano ¿porque no intentaban darse cuenta que eso fue un mal momento y que no todos los pajaros tienen porque ser asi? Oi como mi madre casi me gritaba lo de los animales y suspire echandole cuentas a medias pues esperaria a que se relajara, cuando lo hizo me dijo que teniamos que hablar; alce la vista hasta clavar mis ojos en ella, siempre me habian dicho que mis ojos eran como los de mi madre pero en un tono muy claro de luz.

- ¿Es necesario?- dije, sinceramente queria saber si era necesario pues no era la primera vez que "teniamos que hablar" sobre algun problema mio ¿porque mi hermano Chris no podia ser un poco mas...como un joven de su edad y liarla un poco? siempre me dejaba a mi todos los problemas de ese tipo, el era el cerebro y el buen chico de la casa como no.

Vi entonces como una figura abrazaba a mi madre por detras y me tense pues no queria que mi padre le hiciera daño a la pobre ave que el unico daño que habia hecho hacia mi era graznarme cuando tenia hambre, note como la serpiente se alejaba de mi como leyendo mi pensmiento al ver que mi padre se acercaba; extendi mi mano hacia el pajaro el cual se poso obediente sobre esta, mire al cuervo al cual habia criado desde que era un polluelo ¿de verdad pensaba mi padre que se lo daria por las buenas? en un rapido movimiento di impulso al ave para que echara a volar rapida y escapara por la ventana, ya le daria de comer mas tarde. Me incorpore del suelo sacudiendome los pantalones, camine por la sala con tranquilidad hasta la piton para cogerla y guardarla en su respectivo terrario, tras eso me quede apoyada en el terrario y mire a mis padres sin mediar palabra.

Miraba a la cara de mi hija, esforzándome por mantenerme tranquila, aunque estaba algo tensa. Cerré los ojos un segundo, y volví a abrirlos. La escuché y suspiré, aburrida. Esta conversación la habíamos tenido millones de veces. ¿Era necesario? Claro que lo era. No podía dejar que expulsaran a mi hija del colegio y no me preocupara por ella y por sus estudios.

-Sí que lo es. Es muy necesario, Sally. Seguramente, más de lo que tu crees.-Suspiré. Noté los brazos de Prom rodeándome con sus brazos por detrás. Ale, la familia reunida. Sentí sus labios besarme el cuello, cariñoso, pero yo no podía dejar de pensar en aquél gran pajaro negro como el carbón, que me recordaba demasiado a aquella tortura... Fruncí el ceño cuando se separó de mi. ¿A donde iba? Vi que se dirigía hacia Sally. Volví a suspirar mientras observaba la escena.

Seguía sin comprender como podían ser tan diferentes Chris y ella. Chris nunca habría hecho una cosa así. Lo sabía. En parte porque tenía pánico a los pájaros, en parte porque ordenes así no las desobedecía. Él desobedecía otro tipos de ordenes y siempre ponía buenas excusas. Como aquella vez que a pesar de que le hubiera dejado bien claro que no saliera del campamento para nada, había ido a parar a Grecia para asegurarse de que encontraba a su padre. ¡A Grecia! ¡Con tan solo dos meses!

Vi como el pájaro se iba por la ventana y Sally nos miraba casi desafiante. Entré en la habitación, ya que con los pasos me había quedado al pasillo. Me coloqué al lado de Prometeo y miré a Sally cansada. Había vuelto a desobedecernos. Otra vez.

-Sally, tu padre te había dicho que se lo dieras.- Me crucé de brazos, enfadada.-Te lo dejamos claro Sally... Bueno, luego hablaremos de ello. Yo quería hablar contigo sobre la expulsión.- Me llevé las manos a la cabeza, colocándome bien el cabello.-¿Por qué te han expulsado esta vez, Sally? ¿Qué hiciste?

Tras poner a salvo a Plucky y guardar a Samy en su terrario, aun apoyada sobre este observe como mi madre entraba en la habitacion pues al retroceder del pajaro se habia quedado en el pasillo, llego hasta el lado de mi padre y me miro cansada ¿cansada de que? no era ella quien tenia que soportar una tortura como el instituto dia a dia; escuche su comentario sobre que mi padre le dijo que le diera al pajaro, ni en sueños le dejaria en sus manos al ave pues sabia que seria capaz de hacerle algo malo solo porque ellos les tuvieran pavor aunque ignore eso al oir el tono de la voz de mi madre y ver como se cruzaba de brazos dejando entrever que estaba enfadada. Dejo pasar aquel tema para mas tarde pero se fue directa al grano como una flecha, la mire detenidamente y puse los ojos en blanco ante su pregunta.

- ¿Porque piensas que tuve algo que ver?- dije con falsa inocencia, mire a mi padre y frunci el ceño pues era una completa estupidez intentar mentir a mi madre con mi padre cerca, era como un detector de mentiras y me irritaba el no poder mentir - Simplemente que las limpiadoras del colegio dejan los pasillos encharcados y claro, suelo mojado mas escalera igual a desastre...- dije como si de una ecuacion se tratara.

Tras decir aquello mi vista se poso en la ventana con aire perdido recordando lo que sucedio el viernes, en medio de la clase de historia el profesor Ruffter nos hablo sobre la antigua grecia, los dioses y sus respectivos hijos e hijas nacidos de mortales llamados semidioses; por una vez la clase de historia no me parecia tan aburrida pues por fin hablaban de mi tema favorito pero el imbecil de la clase acompañado de unos amigos saltaban que esos supuestos semidioses no eran mas que bastardos peligrosos y que todas esas hazañas eran por hacerse el "chulo". En ese momento habia reprimido las ganas de ahogarle con agua pero tras el final de la clase en el pasillo el que habia insultado indirectamente a mi familia en clase junto a sus compañeros se encontraba andando a la escalera, y de forma inconsciente llevaba por el enfado el suelo quedo encharcado y el chico sin poder evitarlo resbalo cayendo escaleras abajo; tonta de mi al acercarme casi corriendo para ver como estaba, me echaron las culpas de la caida y la visita al director no fue mucho mejor pues le hable algo borde pero aun arrastraba el cabreo de la clase. En conclusion: dos dias de expulsion ademas de quedarme sin excursion de aquel trimestre -o dios mio me quedare sin visita al parque nacional que miedo- es lo que pense en ese momento.
Sacudi la cabeza volviendo a la realidad y volvi a mirar a mis padres ¿que harian ahora? ¿castigarme ellos tambien? pues no tenian mucho con que castigarme pues aqui no habia nada que me hiciera disfrutar como en el campamento donde castigarme sin ir al bosque con las cazadoras era el peor de los castigos o ver a mis primos y familiares en la playa.